Montarse en un carro pedido por aplicación puede ser mejor que ir a terapia o peor que sufrir una broma pesada según el personaje que nos toque al volante. Una reina del drama armó este catálogo con esos conductores que todos hemos tenido, del que no se calla al que se siente en Fórmula 1, para reír y no llorar mientras nos llevan a casa.