Cambio climático, sequías, inundaciones, tormentas y otras tragedias naturales han hecho parte de las conversaciones diarias de los últimos años. Las trompetas del Apocalipsis parecen cercanas para muchos. Por eso decidimos pensar un poco sobre estos tiempos.
Las vacas y sus gases son algunos de los principales culpables del efecto invernadero. Estos amigables animales necesitan enormes potreros que se dedican a su crianza donde antes había bosques. Tal vez las reses solo quieren destruir el mundo y vengarse por tantos antepasados convertidos en hamburguesas.
Debido a la deforestación, algunas especies como los mosquitos se están quedando sin enemigos naturales, así pueden reproducirse sin problemas y conquistar la Tierra junto a las vacas.
Los polos se están derritiendo. Por eso, algunas especies pueden desaparecer al no encontrar tierra firme.
Con el derretimiento de los polos aumenta el nivel del mar, incluso se calcula que algunas ciudades podrían quedar sumergidas.
Lo más terrible es que con el cambio climático y las inundaciones, muchos cultivos de alimentos corren peligro. Podría haber (más) escasez de alimentos y, con ella, incremento de los precios e incluso una fuerte hambruna.
