Transgresión generacional en un concierto dominguero. 
ás allá de las impecables presentaciones de los artistas (Consulado Popular, Doctor Krápula y Manu Chao)
–que lo dejaron todo en el escenario para que todos brincaran como dementes–, el concierto fue un encuentro de generaciones y luchas que, en lugar de crear peleas o debates, hicieron de esta tarde algo para recordar.
Y es que los rebeldes no son las chicas con trapos mínimos retando al termómetro, o las crestas con moscas, o las drogas de garaje, no. Fueron los niños jugando entre el heno, los padres de familia echados en el pasto, los abuelos tolerando el porro y los cabildos indígenas, asociaciones afros y parches animalistas que se tomaron los micrófonos para hablar de sus rollos en medio del concierto.
Aquí les dejamos lo que vio el lente Bacánika en este día de campo literal, verbal y visual.
