Aunque procuremos buscar nuevas propuestas musicales, no hay que negar que públicos, medios de comunicación, programadores y hasta los mismos artistas nos quedamos deambulando muchas veces en el mismo círculo. Ya sea por afinidad, seguimiento de procesos o rosca –sí, todos pertenecemos a una–, frecuentemente nos enfrascamos. Así que para sacudirnos de la biblioteca personal, les traemos proyectos que no están tan presentes en nuestro mapa musical para que gocen de nuestro amplio panorama sonoro.
Caballos de fuerza
Sintetizadores, tamboras, batería, guitarra y bajo componen este proyecto que creó el baterista de Telebit en 2013. Se trata de una agrupación que se divierte, se sacude, salta al abismo y vuelve de él en sus presentaciones y que seguramente le traerá brisa fresca al rock bogotano.
Los Onabru
Es un grupo de hip hop conformado por Zhakra y Phks en 2009 que se mezcla con el jazz, que es miel en las manos de su DJ. Verlos en vivo es como ver a dos amigos con un muy buen cuento para decir: no es que sean una recocha en el escenario, es que simplemente se entienden tan bien que es difícil saber cuál es más pícaro en su rap. Este dueto no tiene miedo; al contrario, lo saca volando a punta de letras.
Narcos
Esta banda paisa no olvida. Su nombre, su sonido synthpunk, su vestimenta entre quirúrgica y mortífera y su propuesta visual convulsionada son un memorial de agravios de lo que vivió y aún vive Medellín por cuenta de la violencia y la desigualdad. Aunque parezca otra banda de crítica social, no busca regañar o señalar a nadie; de hecho, son crudos y crueles con el lenguaje al soltar beat tras beat la sinvergüencería del ser humano.
Whites
Adictos al sonido y a sus posibilidades, este trío bogotano no se encasilla en un formato ni lucha por hacer de sus canciones un hit radial; al contrario, quieren que el público despegue con ellos en un viaje en el que no requieren sintetizadores para crear atmósferas oníricas y urbanas a la vez. Con falda o pantimedias les aseguramos que su música es toda una experiencia.
Kombilesa mi
Traduce “mis amigos” y eso es lo que son: una agrupación que surgió en 2011 en San Basilio de Palenque como una necesidad de los jóvenes por conservar y divulgar el lenguaje de este corregimiento de los Montes de María. Lo suyo es rap hecho con la lengua nativa de la tierra de Benkos Biohó combinado con llamador, marímbula, maracas, tambora y tambor alegre, para lograr un sonido que pone a vibrar con la mística del primer pueblo libre de América.
Elkin Robinson
Claro, este ya es un maestro consumado en las tarimas bogotanas. Sin embargo, ver a Elkin en vivo es vislumbrar un pedacito de Providencia dondequiera que se presente, el suyo es un sonido que viaja entre el reggae y el calipso y que evade los kilómetros y las diferencias culturales para contarnos un poco de su tierra que es tan nuestra con su voz y su guitarra. Siempre vale la pena volver a este Robinson.
Esta selección la hicimos a propósito de la realización del Festival Centro. Si quiere saborear un poco de lo que allí ocurrió, no dude en viajar por esta galería que se comió con los ojos, los oídos y las caderas este encuentro musical.
Psicoactivo
Los rosa
Famez
Compadres Recerdos
Crack Family
Georgina Hassan
Madosini
La MiniTeka del Miedo
La Furia con Lujuria
La Chiva Gantiva
Aníbal Velásquez
La Contundencia
Afrosound
Ondatrópica
DANTE
Triple X
