Esta es la historia de un gamer de verdad,
que demuestra que el mundo se puede vivir con los pulgares.
Javier tiene en su colección más de 6.200 videojuegos de diferentes partes del mundo. Lo suyo es más que una afición e, incluso, le sirve de sustento.
Desde que salió al mercado el Atari, las consolas y los videojuegos han tenido un desarrollo que ha provocado que jóvenes (y no tan jóvenes) convirtieran a las maquinitas en un verdadero estilo de vida.
Es el caso de Javier Pinto, quien desde que daba sus primeros pasos ya dominaba el control de su primera consola de videojuegos. Hoy, su colección la conforman 6.200 juegos, 300 consolas, más de 700 portátiles y alrededor de 500 accesorios. Se calcula es la más grande del país. Tiene juegos asiáticos, europeos y americanos, aunque considera que Colombia aún está lejos de alcanzar la calidad internacional en materia de videojuegos si bien está avanzando.
