¿Trabaja en un restaurante y se ha visto en problemas cuando los comensales le piden un “retrato para la posteridad”? ¿Es gerente de un restaurante y necesita que su equipo tenga un buen desempeño paparazzi? No me diga más, caballero: aquí está la solución.
Acá unos consejitos para lograr un mejor retrato de parejas o grupos si usted es mesero… o si lo cogieron desprevenido en cualquier parte y le soltaron a quemarropa mientras le alcanzan un celular que usted no conoce: “Ey, ¿nos toma una fotico, por favor?”.
1. Tome distancia. Calcule el encuadre. Asegúrese de que todo el mundo salga en la foto (principalmente el pez gordo, el paganini). Pero, por favor, no se haga tan lejos como para que el dueño del celular piense que se le va a robar el aparato, esto equivale a mueca de susto instantánea.
2. ¿Está haciendo doble turno y quiere ver cómo luce? Seguro está horrible, seguro debería hacer un sindicato para mejorar las condiciones laborales de su chamba. En cualquier caso, por favor no se tome selfies en el teléfono de su comensal. Nadie quiere encontrar un primer plano de un desconocido entre las fotos de su novia y su Golden Retriever.
3. A menos de que trabaje en un local de KFC o en un McDonald’s, siempre, SIEMPRE, va a necesitar flash. Pero recuerde que un flash mal puesto resulta en retratos de gente de ojos rojos, y nadie quiere recordar la velada con fotos que dicen “culto satánico” o “no me cabe un gin tonic más”. Intente cuadrar la luz en el ajuste del teléfono.
4. No son sus amigos, usted no es Ruven Afanador, pero entréguese, búsquele el ángulo a esa señora de sesenta años a la que le brilla el frenillo cuando sonríe, haga lo que sea para que en el encuadre salga el amigo que claramente nadie invitó pero que igual está ahí, pídale al grupo que se “arrejunte” para que parezcan felices. Entre más efectivo sea su desempeño, más rápido saldrá de ese rollo.
5. Recuerde que una buena foto puede ser equivalente a una buena propina.
